De cómo nos vemos cuando nos vamos y también cuando volvemos. Los que se quedaron dicen que somos los mismos pero no, estamos cambiados... Y ellos también. Reflexiones de una chica que volvió a su terruño pero que, sin embargo, sigue en tránsito perpetuo. En este espacio todo vale, menos quedarse quieto…

jueves, 3 de junio de 2010

Diario de un frijol

Cambia, todo cambia.
Mi cuerpo es una explosión de todo.
Muto.
Me río y tengo sangre en los dientes
Y no soy vampiro.
También estoy llena de aire
Y no soy un globo aerostático.
Siento que estallo.
Lloro, río, reclamo, agradezco, me quejo.
Pido disculpas.
Soy el colmo de la susceptibilidad
Parada en dos patas flacas y largas.
Todo esto me acontece desde hace unas semanas,
Ahora mismo,
Mañana.
Y soy feliz. Contradictorio pero cierto: feliz.
“Hay una serpiente en mi bota”, dice el vaquero Woody.
“Hay un frijolito en mi panza”, digo yo.
Y late.

4 comentarios:

  1. ¿Es lo que creo que es? Wow... felicidadeeeeeeeeeees Yoliiiii... Para cuándooooooo!!!!?????

    Un beso, felicidades a todos

    Angel Rivera

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  2. ayyy que lindo porotito!!!!!
    soy una tía feliz

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  3. me emocione de felicidad.. hasta las lagrimas..
    soy feliz con vos..
    otro coquitooooo!! :):):):)

    te quiero

    Agus

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  4. se me eriza la piel de saber que será mamá por segunda vez, no sabes la felicidad que me provoca, te leo y te siento cerquita, promocionaré tu blog por aquí. Escríbeme más seguido flaca querida!!!!!

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