
El turista acepta su propia civilización sin cuestionarla y el viajero la compara con las otras y rechaza los aspectos que no le gustan."(**)
Algunos días estoy, pero no.
O sea: como, camino, leo, río, me quejo, charlo, comparto, peleo y beso, pero en definitiva no soy yo realmente. No estoy auténtica al 100 por ciento ¿Alguna vez les pasó?
Dejo la cara y me voy… Vaya a saber dónde. En mi caso no es un estado ideal porque, en el fondo, no lo disfruto. Son días de introspección y, en la mayoría de los casos, “de angustia al divino cuete”, como decía el gran Cronopio Julio Cortázar. Pienso, pienso y pienso, me siento ansiosa sobre diferentes situaciones, quiero hacer todo y no hago nada y me entra una tristeza celeste que siempre tiene sueño.
Pero sé que esos días no son para tirar a la basura porque siempre algo traen para dejarme entre manos. Cuando pasan me duelen, me hacen mella pero, cuando se están por ir (lo percibo en cada célula) enciendo mis antenitas de vinil, pongo todos mis sentidos alerta y siempre me quedo con algo en limpio. Algo bueno, que me sirve.
Hoy estoy en esos días y todavía no tengo las ideas muy en claro, para ser franca. Pero no importa, mejor voy pasito a paso. Por ahora encontré a Paul Bowles y a Natascha Rosenberg -él con una frase y ella con una ilustración- que me hicieron latir fuerte el corazón. Hoy siento que lo que él escribió en “El cielo protector”(**) fue creado para la ilustración que ella hizo en "The pursuit of happiness"(*).
Y siento que los dos me hablan, aquí y ahora.
Es elembarazo ¿no crees? (Sólo aventuro, no hagas caso ja ja ja).
ResponderEliminarGracias Ceci! Como vos pero la panza q llevo es por otra cosa.. jeje! besos.
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