De cómo nos vemos cuando nos vamos y también cuando volvemos. Los que se quedaron dicen que somos los mismos pero no, estamos cambiados... Y ellos también. Reflexiones de una chica que volvió a su terruño pero que, sin embargo, sigue en tránsito perpetuo. En este espacio todo vale, menos quedarse quieto…

viernes, 16 de abril de 2010

De paternidad, cronopios y Bayotes (I)

"Un cronopio es una flor, dos son un jardín".- Julio Cortázar.

En el capítulo “Educación de Príncipe”, del libro “Historias de Cronopios y de Famas”, Julio Cortázar cuenta : “Los cronopios no tienen casi nunca hijos, pero si los tienen, pierden la cabeza y ocurren cosas extraordinarias”.
El magnífico escritor argentino no conoció nunca a Alejo Bayote, pero da la sensación de que se inspiró en él para hablar de la paternidad. Y de los cronopios también.
Bayote, el yucateco hereje que a pesar de beber agua de pozo abandonó su tierra, tampoco tuvo el placer de conocer a Cortázar. Y sin embargo lo adora. Y quizás por eso se fue a vivir a Argentina. Y más aún: le puso de nombre Julia a su primogénita.
Pero vamos por partes ¿Qué es un cronopio y en qué se parece Bayote a uno de ellos? Según Cortázar los cronopios son seres húmedos y verdes. Bayote suda mucho y tiene los ojos del color de la albahaca. El escritor también los describe como criaturas idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales: un calco del yucateco, quien todavía piensa que El Santo (El enmascarado de Plata, claro) salvará el mundo, deja las cosas en cualquier lado y luego pierde la memoria, llora cuando escucha tal o cual canción y añora desayunar una torta (sándwich) de cochinita con una Coca Cola a las 10 de la mañana.
Cortázar también dice que los cronopios tienen hábitos e inclinaciones artísticas y usted lo puede ver a Bayote, despierto a las tres de la mañana, porque le dio hambre de acuarela o tinta china y se pone a pintar…
Pero volvamos al principio para ir al grano.
Como buen cronopio, Bayote pensaba que la paternidad no era lo suyo y aunque le decía a la joven sudamericana “El nené ya vendrá, el nené ya vendrá”, empezaba a dudarlo seriamente. "¿Y si nunca llega?" Se preguntaba muy en su interior, evitando mirar a su ansiosa esposa por miedo de que ella le leyera la mente.
Y un día llegó. La noticia vino en un sobre blanco que tenía adentro un análisis que decía así: negativo/negativo/negativo/negativo/negativo, y al final POSITIVO. Entonces el doctor les dijo que un bebé crecía en la panza de su mujer y Bayote empezó a cantar, como los cronopios, sin ton ni son, sin rima ni afinación, como un loco infartado de amor.
Y los meses pasaron veloces y un día el médico le explicó: “Ya es hora de conocer a la nené”. Entonces le dio a Bayote una bata “verde cronopio” (que es un color verde clarito), le puso un gorro pequeño (como todos los gorros que se prueba Bayote) y un barbijo. Después le dijo “Tú espera aquí” y Bayote se puso, como los cronopios, a perseguir con la vista una baba del diablo.
Aunque los cronopios son seres fáciles de impresionar, cuando Bayote entró al quirófano ni caso hizo de la panza abierta ni de la sangre, sin embargo pegó un alarido cuando vio a la personita que salía de adentro de la joven sudamericana. La pequeña ronroñeaba como un gato y, apenas la pusieron en sus brazos, dejó de llorar.
Bayote no pudo contener su propio llanto y le dijo a la niña, moqueando: “Buenas salenas cronopio, cronopio, el más bueno y más crecido y más arrebolado, el más prolijo y más respetuoso y más aplicado de los hijos”. La pequeña tenía sólo un minuto y medio de nacida.
Ante el estado catatónico del yucateco, los médicos extrañados le sacaron a la niña de los brazos y lo enviaron a la sala de espera. Cuenta Bayote que cuando salió del quirófano sentía que medía tres metros.
Desde ese día, hace ya cuatro años y dos meses, Bayote sufre cada tanto breves desmayos de amor por la pequeña Bayote y, como los cronopios, “No puede ver a su hija sin inclinarse profundamente ante ella y decirle palabras de respetuoso homenaje”.

4 comentarios:

  1. muy emocionante Ceci!! que hermosa la foto de coqui en flor...

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  2. Así que tu Bayote estuvo presente en el momento preciso...Felicidades por tu familia.

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  3. que raro que el cronopio no se desmayo..
    creo que yo me desmayaria! jajaaja
    hermoso como siempre ce!
    Agus

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  4. hermoso ceci!!! te felicito...
    tambièn me encanta la foto, es genial!
    besos!
    sole

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